MOVIMIENTOS
ANTIAUTORITARIOS Y LIBERTARIOS SEGÚN NEILL Y PAULO FREIRE
Se
considera movimiento anti-autoritario a cualquier corriente que ante ponga la
libertad en la educación frente a las imposiciones o personas; pretende que la
educación no sea autoritaria.
El
autoritarismo lo manifiesta la sociedad desde la educación para crear personas
dependientes, autoritarias y competitivas. Que asuman las justicias del sistema
como algo natural a la humanidad.
El
autoritarismo en educación toma sus raíces de la ideología anarquista,
integrándose en un sistema insolidario y que mantiene desigualdades, violencia,
enfrentamientos y explotación.
Summerhill es
una escuela inglesa fundada en 1921 por Alexander Sutherland Neill. Es una de las
pioneras dentro del movimiento de las Escuelas democráticas.
Atiende a niños de educación primaria y secundaria. Actualmente la directora es
la hija de A.S. Neill, Zoë Neill Readhead.
Una escuela democrática se
caracteriza por dos principios básicos: la posibilidad de que los alumnos
escojan si quieren asistir a clase y la dinámica de las asambleas, donde todos
participan, para decidir las normas de la escuela.
También
hay un libro que escribió Neill sobre esta escuela, titulado como ella,
Summerhill, donde se explica detalladamente el funcionamiento del centro
docente. Posteriormente se reeditó con un nuevo nombre, "el nuevo
Summerhill". Esta versión es más veraz que la anterior, que por presiones
externas a Neill se vio modificada por poseer algunos puntos políticamente
incorrectos en la sociedad de la época.
Aportes de Summerhill
·
Summerhill se destaca por defender que
los niños/as aprendan a ser libres de
los instrumentos de coerción y represión usados por la mayoría de las escuelas.
·
Neill fundó la escuela con el convencimiento de que
"un niño una niña debe vivir su propia vida no una vida que sus padres quieran que viva,
no una vida decidida por un educador que supone saber lo que es mejor para el
niño/a".
·
Para Neill el
autoritarismo y la represión son los encargados de adaptar al niño/a una sociedad demente y enferma; la familia y
la escuela tienden a hacer ciudadanos sumisos.
·
Summerhill
surge como respuesta a la escuela tradicional; es una estructura que está
contra la jerarquía, la familia, la escuela, la religión y el ejército y a
favor de la igualdad, la libertad, el amor y la vida. Es la libertad frente al
autoritarismo de la escuela convencional.
Principios
según la escuela de Summerhill.
En “Summerhill” se desarrolla
una educación basada en los siguientes principios
pedagógicos que Neill defendió en sus obras:
§ Firme
convicción en la bondad natural de los seres humanos.
§ Libertad
del individuo
§ En contra
de la autoridad
§ Autonomía
del individuo
§ El juego
como acceso al saber
§ Coeducación
de sexos y social
§ Principio
de autorregulación
§ Autogobierno
§ La
educación de las emociones
Características
de la escuela de Summerhill.
A
partir de estos principios que se relacionan con el pensamiento de Rousseau y Wilhelm Reich,
la escuela funciona con unas características especiales que la diferencian de
las escuelas convencionales. Entre ellas destacan:
§ Ausencia
de exámenes y calificaciones.
§ Asistencia
no obligatoria a las clases.
§ Ausencia
de reprimendas y sermones.
§ Trato
igualitario entre niños y adultos.
Ideales
de la escuela de Summerhill.
La
educación de Summerhill entra dentro de la pedagogía antiautoritaria,
o pedagogía no directiva o pedagogía libertaria. Con matices, se ha
desarrollado en distintos lugares del mundo donde existen escuelas similares a
Summerhill. Para Neill, la educación en libertad es posible porque el niño
responde positivamente al amor y la libertad.
El origen de los problemas de muchos niños (y adultos) lo sitúa en la
influencia ejercida por una sociedad enferma que reproduce sus propios miedos y
su violencia.
Al contrario, el entorno sano que representa la escuela fundada por
Neill es la mejor terapia para curar los problemas de los niños y, tal vez,
de toda la sociedad.
Por
lo tanto, en su pedagogía no se marca de manera estricta un camino o modelo
concreto a los niños. Es necesario procurar que se autodeterminen sin coacción ni
miedos y que escojan la forma de vida que los haga más felices. El adulto debe
evitar proyectar en los pequeños sus anhelos y frustraciones para conseguir
este objetivo.
Aunque
se ofrecen clases y talleres de todo tipo, Summerhill es sobre todo una comunidad antes
que una escuela.
El auténtico aprendizaje se da en la convivencia de
chicos y chicas, el autogobierno y el ejercicio de la responsabilidad.
Gracias a una interacción respetuosa con los demás, los chicos aprenden a vivir
en sociedad.
Además,
destaca la importancia dada al juego y las actividades artísticas y creativas,
como el teatro o
la danza.
Frente a esto los libros pasan a un segundo lugar en la educación,
y hay materias que desaparecerían por completo, como la religión.
El
ámbito donde la horizontalidad implica un gobierno común
y compartido de la escuela es, lógicamente, la asamblea.
Ésta es el órgano de gobierno en Summerhill,
con potestad para decidir todo, menos la contratación y sueldo de los maestros.
En ella adultos y niños intervienen y votan con total igualdad para resolver
conflictos o decidir leyes. Su funcionamiento está también reglamentado y
existen varios cargos sin poder y rotatorios para escribir las actas de las
reuniones o moderar los debates, por ejemplo. Se reúne una vez por semana de
manera ordinario y en las ocasiones extraordinarias que lo requieran. Además,
existe un tribunal y un defensor del pueblo. Como afirma Neill, la asamblea es
la verdadera lección que aprenden los niños.
Neill
establece que la principal meta de una escuela debe ser auxiliar a sus alumnos
para que estos sean capaces de encontrar la felicidad propia y es por eso que
propone un modelo muy diferente al de las escuelas tradicionales, que según él
sólo consiguen promover una atmósfera de miedo. Para que una persona sea feliz
necesita primero ser libre para escoger su propio camino. Es por eso que
renuncia a cualquier tipo de autoridad moral o jerárquica y jerarquía.
En
Summerhill, ningún adulto tiene más derechos que un niño, todos tienen los
mismos derechos. Todos deben ser libres, entendiendo la libertad como
una construcción colectiva. La libertad no acaba cuando comienza la del otro,
como defendían los iluministas, la libertad precisa que todos sean libres para
existir.
La
pedagogía tradicional supone que los niños tienen una tendencia natural
al egoísmo,
siendo necesaria una interferencia autoritaria por parte de la familia y la
escuela, para desarrollar el altruismo. Summerhill parte del mismo supuesto
pero no llega a las mismas consecuencias: el niño es egoísta pero ese egoísmo
no es malo en sí mismo. El egoísmo infantil es una etapa del desarrollo del
niño (tesis acorde con las investigaciones del psicólogo suizo Jean Piaget)
que si se desarrolla naturalmente desemboca en el altruismo; existe un momento
en el que el niño necesita de los demás y entonces su propio egoísmo le abre a
la comunidad. Inculcar a los niños principios altruistas antes de que sean
capaces de asimilarlos sólo produce individuos miedosos e hipócritas. O sea, la
educación tradicional yerra en esa interferencia autoritaria, sin percibir que
es justamente ese tipo de interferencia la que alimenta aquello que identifica
como problema. Según Neill es solamente a través del miedo como se puede
intentar forzar el interés de alguien.
En
esa escuela todas las reglas de convivencia y soluciones a los problemas que
surgen en el día a día son resueltas en una asamblea que ocurre semanalmente,
donde cada persona sea alumno, profesor o funcionario, tiene derecho a hablar y
votar, manteniéndose el principio de que todos los votos valen lo mismo. Las
normas de la escuela son construidas entre todos, todos se sienten parte del
colectivo y se empeñan en mejorarlo.
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